Desde la UJCE hacemos un llamamiento a la participación en la huelga del
24 de octubre. Una huelga convocada como respuesta a las políticas que tratan
de consolidar el proceso de privatización de la educación pública. Despido del
personal interino, reducción masiva de becas y endurecimiento de los requisitos
necesarios para acceder a ellas o aumento de la ratio profesor/a-alumno/a, son
algunas de las innumerables consecuencias que hemos sufrido durante los últimos
años.
La
implantación de la LOMCE (irónicamente llamada Ley de Mejora de la Calidad Educativa) no hará sino profundizar en
la mercantilización del sistema educativo. Esta ley elitista, que se ha
desarrollado a espaldas de la comunidad educativa, nos retrotrae a la época
franquista, relegando a las lenguas cooficiales, socavando la participación
democrática en los centros, induciendo su gestión empresarial y consolidando la
deriva mercantilista del sistema. Una deriva de la que son responsables tanto
el PSOE como el PP.
Si
analizamos los datos advertimos que las enseñanzas medias no han sido las únicas
perjudicadas por estas medidas, sino que las mismas han logrado desmantelar el
carácter público de los ciclos de formación profesional y las universidades. A
los recortes impuestos por el gobierno central se suman, en Castilla – La
Mancha, los aplicados por el gobierno de Cospedal. Así, a la dramática
reducción que sufrió el presupuesto destinado a la Universidad de Castilla – la
Mancha (UCLM) el pasado curso académico, se añade el recorte de 9 millones de
euros en la partida presupuestaria del próximo curso. Desde 2011, más de 400
trabajadores/as –incluyendo personal docente y de administración – han perdido
sus puestos de trabajo y quienes lo conservan, han visto gravemente
deterioradas sus condiciones laborales.
Los
ataques a la educación pública no se están produciendo de forma aislada, sino
que se están dando en paralelo a la agresión y el deterioro de otros derechos
tan elementales como el acceso a la sanidad, a la vivienda o a un puesto de
trabajo. La crisis está siendo utilizada como excusa para despojarnos de los
derechos que con tanto esfuerzo conquistamos. Y mientras la mayoría de la
población se empobrece, el paro y la precariedad se generalizan, las capas
populares son expulsadas de las aulas y la juventud se ve abocada al exilio
económico, las empresas se lucran con la privatización de la enseñanza,
haciendo de ésta un nicho de mercado. Por ello, ahora más que nunca, es
necesario movilizarse. ¡El 24 de octubre, defendemos lo público!
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